Debby llegó a Estados Unidos como un huracán, provocando durante toda la semana tornados e inundaciones, daños en las viviendas y cobrando vidas a medida que cruzaba la costa este.  

La tormenta tropical Debby dejó al menos siete muertos, zonas inundadas y miles de personas sin fluido eléctrico tras su paso por Estados Unidos y Canadá.

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Según medios de comunicación, entre las personas fallecidas se encuentran un niño de 12 años y una mujer, quienes murieron en un accidente de coche en el condado de Dixie, Florida, el 5 de agosto pasado.

En tanto, en New Albany, Misisipi, un camionero perdió el control y se precipitó a un canal, mientras un árbol cayó encima de una casa móvil y provocó que un niño de 13 años quedase muerto.

Mientras, en Pensilvania y el sur de Nueva York una docena de personas quedaron atrapadas en sus casas por las secuelas del fenómeno meteorológico.

Luego de que el centro de Debby ingresó a Canadá, las intensas precipitaciones registraron récord en Montreal, de ahí que los expertos lo calificaron como uno de los fenómenos meteorológicos más graves de este año en la región.

El Servicio Meteorológico Nacional (MWS por sus siglas en inglés) publicó a través de la red social X: “Las tormentas eléctricas pueden causar inundaciones repentinas y prolongadas de los ríos en el sureste de Virginia y el centro de Carolina del Norte. Las tormentas eléctricas monzónicas seguirán generando posibilidades de inundaciones repentinas aisladas en el sur de California y el suroeste”.

Debby comenzó a hacer estragos desde el 5 de agosto el pasado y a partir de ese momento causó afectaciones en los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Florida, Vermont, Pensilvania, Nueva York y otros de la costa este de EE.UU. y Canadá.

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